jueves, 25 de noviembre de 2010

¡Qué bonito es todo cuando se endulza!

Visto que ninguno de mis compañeros está por la labor de criticar, aquí vengo yo para hacerlo.
El pasado viernes 19 de noviembre estuvo con nosotros el encargado de RR.HH. para la Fnac de Alicante Manuel Pérez Gil. Con él pudimos relajarnos y escuchar ejemplos del tan temido momento de la entrevista de trabajo contado desde su punto de vista. Pudimos notar que él no parecía un lobo feroz que atacara a los novatos a la hora de seleccionar y que ayudaría en lo que pudiera en la entrevista. Dijo que puede saber por la manera de comportarse, si hay ansiedad o por su forma de vestir, si se va a ser contratado al momento. Algo que hace que hasta los pequeños detalles cuenten.
Sin embargo me hizo una gracia cruel el hecho de que repitiera como si se lo hubieran grabado a fuego que cuando no eligen es porque simplemente “no cumplimos el perfil”. Ese escudarse tras una frase para no decir lo que realmente se piensa es muy del perfil de las corporaciones. “Cómo decir frases sin parecer que los has dicho” podría ser el título de un libro de entrevistadores. Muchos de ellos psicólogos que encuentran en las empresas un hueco laboral con el que discernir que es válido y quien no.
Está claro que para una empresa no querrán a alguien agresivo u obsceno, pero a ellos les darían la misma frase que a alguien que no supiera manejar Excel a la perfección si es ese uno de los requisitos. Por eso me cabrea ese maquinismo seleccionador que distingue entre dos opciones un 0 y un 1.
“Todos tenemos que pasar por el aro” dirán algunos. Pero yo creo que el aro no debe ser así. El problema es que de una manera o de otra, todo el mundo acaba encontrando trabajo y resignándose, o resignándose a no encontrarlo, pero en algún momento se deja de luchar y se acepta lo que viene dado. Eso no lo soporto. ¿Cuál será la diferencia entre mi candidatura y la de alguien que sí escojan? Es más, si me cogieran, ¿cuál sería esa misma razón pero conmigo en el otro lado? Sólo importa pasar el examen y da igual el esfuerzo que haga falta por conseguirlo, ¿no?

jueves, 18 de noviembre de 2010

Perfecto, ya le llamaremos. ¡SIGUIENTE!

Los tópicos son algo que me hacen mucha gracia. Son la sabiduría popular. Cosas que se deben dar por hechas por toda la humanidad pero que algún conocido se decide a contarte como si fueran la panacea. Por eso cuando me dicen que debo ir “bien vestido” a las entrevistas de trabajo, o no cortar al entrevistador cuando está hablando o no decir tacos ni hablar de manera prepotente me hecho a reír internamente.
Supongo que todos tenemos miedo a las entrevistas. Si os fijáis en los concursos en los que hay audiciones de canto, de baile o de habilidades, la frase más utilizada es “es que estoy nervioso”. El nerviosismo puede llegar a paralizar a una persona, pero hay que saber jugar con ello.
Mi caso es el de alguien que todavía no ha hecho ninguna entrevista de trabajo, pero estoy confiado que aunque no surgiera elegido, sabría plantar cara a la situación y hacer que el entrevistador lo tuviera difícil a la hora de descartarme. Porque esa es la verdadera realidad, si buscan a alguien concreto, estadísticamente hay muchas más probabilidades de que ese alguien no seas tú.
Tengo un hermano que ha pasado por los dos lados de la mesa de seleccionar. Estuvo mandando solicitudes de empleo a grandes empresas y llegó a tener que pasar procesos de selección en grupo donde les hacían “juegos y terapias” para decidir (o para cubrirse las espaldas y darle un nivel de inaccesibilidad a la empresa) quien era el candidato perfecto. Pero a la vez también ha tenido que seleccionar a gente para que trabaje junto a él en su puesto, por lo que ha podido ver las actitudes de la gente y lo que el saber popular ha hecho por estos individuos a la hora de reaccionar en las entrevistas.
Tengo que ir bien vestido. Pero, ¿qué es eso exactamente? Depende. Y me encantan los depende. Se debe ir acorde con el puesto que quieres ocupar. Traje, camisa, polo o camiseta. Depende.
Sin embargo, hay algo que sí que hay que tener muy en cuenta y estar al tanto en cuanto llegas a la entrevista. Es algo que no puedes prepararte de antemano, básicamente porque no sabes a lo que te vas a encontrar. Es el hecho de que el entrevistador sea de recursos humanos o sea un experto en el tema que estás tratando. Si se encuentra dentro del primer grupo, ten en cuenta que no le va a importar que uses tecnicismos o que sepas datos impresionantes, sólo se interesará por tus méritos y por tu presencia. Sin embargo, si el entrevistador es del segundo grupo, lo que verdaderamente querrá saber es hasta donde llega tu conocimiento sobre el tema o tu capacidad para desarrollarlo y aprenderlo. Este creo que es el punto clave de una entrevista.
Pero por supuesto y por encima de todo, tienes que llevar algo de ventaja y si eso es que ya sepan quien eres antes de entrar a que te pregunten, tienes mucho ganado con ello.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Mi vida, profesional


Soy Ricardo Zoe Álvarez Escalante. Nací el 9 de febrero de 1988 en la ciudad del Elche, Alicante.

Desde pequeño he tenido la conciencia de que tenía que llegar a trabajar en algo donde aprovechara mis ganas de saber, de solucionar cosas y  de pensar de manera distinta y rápida. Por eso cuando terminé el instituto decidí estudiar la licenciatura de Publicidad y RR.PP.

Actualmente estoy en 4º de esta carrera, pero en el proceso he podido desarrollar ciertas habilidades útiles para el mi futuro trabajo. He asistido y completado con eficacia dos cursos la fundación Coepa, de Diseño Web de 90h y de Retoque fotográfico con Photoshop de 90h

Tengo conocimientos avanzados sobre el dominio del paquete de Office de Microsoft, Word, Excel, Access, Power Point

Poseo un alto conocimiento sobre el uso del diseño gráfico por el uso de programas de Adobe como pueden ser Photoshop, Illustrator, InDesign, Dreamweaver, Acrobat reader, etc.

Puedo manejarme prácticamente con igual facilidad por los sistemas operativos actuales de Windows, Macintosh y Linux.

Estoy familiarizado con el uso de las redes sociales como Facebook, Twitter, Myspace, Tuenti, Blogger, Youtube, etc…

Además, puedo comunicarme en español y catalán (de este último con certificado de Grau mitjà) dado que son mis dos lenguas maternas. Además poseo conocimientos de inglés orales y escritos de nivel Intermediate.
Mi experiencia profesional, a pesar de no estar relacionada directamente con el mundo de la publicidad, si lo está con el contacto cercano con la gente, puesto que estuve trabajado de profesor colaborador de ofimática en la academia Redolí de la ciudad de Elche, e incluso vendiendo cursos de verano desde el mismo establecimiento. Otros datos de interés es que se trabajar dirigiendo gente como demuestra mis dos años de monitor deportivo para niños en la escuela de baloncesto Baby Basket de Elche. Esto último se puede complementar con el hecho de que soy directivo de un Club de baloncesto de mi ciudad, con lo que tengo un gran control sobre la importancia del trabajo duro.

Como complemento a mi formación, decir que tengo el permiso de conducir B1, vehículo propio y disponibilidad para viajar si lo requiriera el puesto.

Aqui dejo mi Power Point para informar y alegrar un poco. ¡Que os aproveche!

jueves, 4 de noviembre de 2010

No, creo que no quiero ser teleoperador

Una búsqueda concreta en los portales de empleo provoca en mí un increíble estado de sopor antinatural.  La interminable lista de empleos absurdos y mal pagados me crea una desazón que hace que plantee muchas cosas antes de seguir. Sólo buscando palabras al azar como publicidad, creatividad, diseño, comunicación, etc., surgen una cantidad de supuestas ofertas de las que menos de un 5% es aprovechable. Requisitos mínimos como “Español e inglés alto y portugués, francés, o alemán nativo” hacen que me ría de una manera casi peligrosa para mi salud.

He estado navegando por diferentes buscadores como Infojobs, Infoempleo, trabajar.com, primerempleo, laboris, redtrabaja o monster y en todos ellos lo he pasado en grande haciendo scroll pasando de las malas ofertas a las peores.  Nada se acerca ni lo más mínimo a lo que se podría considerar un trabajo publicitario. Escondidos detrás de unos tags  claramente manipulados para ser mejor encontrados, podemos toparnos con ofertas de comercial, azafatas o repartidores de buzoneo si intentamos identificar algo parecido a la publicidad. Si por el contrario osamos usar la palabra clave “creatividad” saldrá una lista de ofertas “utilísimas” de pastelero, economista o peluquero. Sí, es lo que tienen los buscadores, que en muchos casos son absurdos. Prefiero no comentar el esclavismo con el que se usa a los diseñadores gráficos, puesto que se les paga por trabajos realizados a precio de coste o con ofertas en las que el rango del salario puede rondar entre los 600 euros y los 1800 (¡En la misma oferta!).
Sin embargo el que más me ha dado que pensar es el tag de “Marketing”. Con alguna excepción de algún empleo de control de imagen corporativa de alguna empresa en expansión y cuyos requisitos es saber más que el editor de la Espasa-Calpe, todos las supuestas ofertas con ese nombre ofrecían una cantidad infinita de servicios de teleoperador. Creo que no, esa no es mi perspectiva de un buen futuro laboral. Sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de veces que he maldecido ese trabajo a mediodía.
¿Qué puedo hacer para cambiar esto? Si quisiera encontrar un trabajo digno y que me eligieran a la primera entrevista de alguna e las empresas que aquí se anuncian, debería al menos saber un idioma más, aparte de perfeccionar mi inglés. En alguno de los casos el aprendizaje de ese idioma depende incluso de mi nacimiento en el país de origen, pero creo que ya es un poco tarde para eso. Por otra parte, podría completar mi formación de diseño gráfico aprendiendo a usar de manera profesional todos y cada uno de los programas de Adobe, aunque no se porque me da la sensación de que la mayoría de ellos solo los necesitaría para el currículum puesto para algunos se contrata directamente a programadores.
Sin embargo el requisito indispensable en casi todos los casos es la experiencia. Aquí entramos en un bucle difícil de salir mediante las ofertas de trabajo. Existe la posibilidad de mentir en el currículum para regular la balanza de la justicia de manera más equilibrada.
Pero todos estos problemas se minimizan si se busca en las dos grandes ciudades españolas, Madrid y Barcelona. Allí, donde se hacen los negocios y surgen las grandes ideas es donde está el gran mercado con el que empezar. La necesidad de dejar tu pueblo o ciudad atrás es casi obligatoria en este campo. Es un trayecto que debemos recorrer solos y mirando siempre hacia arriba, aunque sin dejar de perder lo que nosotros somos por el camino.
Por todo ello, aunque los buscadores son una gran herramienta, si se quiere impactar en el mundo de la publicidad, ser un dato más, un número de candidato para una entrevista, no sirve. Se debe impactar y se debe tener una buena carta de presentación, algo que acredite que no sólo eres bueno sino que te mueves para demostrarlo. Y estoy en ello.